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Opinión
En la buena dirección
La soledad, los ciegos y la radio
José Manuel González Huesa, director cermi.es semanal y director general de Servimedia
06/05/2022
Hay momentos en los que conviene reflexionar y revisar textos de hace décadas para comprobar que nuestras inquietudes son parecidas, a pesar del paso del tiempo ya que en nuestra vida se repiten los ciclos, las costumbres y las incertidumbres.
Prueba de ello son algunos de los textos que he podido conocer de la “Revista mensual Tyflofila Hispano-Americana: Los Ciegos”, de octubre de 1939, el mismo año en que se empezó a vender el cupón de la ONCE. La hemeroteca permite recuperar “joyas” periodísticas de hace más de 80 años. En el editorial de este medio se comenta que “sobre nuestra mesa de trabajo, hay muchas cartas de compañeros de infortunio que nos hablan del aislamiento y de la soledad en que viven”.
Esta revista, entonces dirigida y fundada por Antonio Las Heras Hervás, con sede en Bilbao, “publica trabajos solamente relacionados con la ceguera o escritos por ciegos sobre cualquier tema”. Sin vacilaciones, claudicaciones ni conveniencias, la publicación reclama “educación para todos los niños ciegos, trabajo y protección, sin términos medios”.
En un formato de papel muy similar en tamaño y tipografía al conocido diario ABC, con una suscripción anual a ocho números por 10 pesetas de la época, la revista considera que “la radio parece haberse inventado para los ciegos, toda sonidos, puede llevar cada día hasta los privados de la vista la instrucción y la cultura que necesitan para estar unidos al resto del mundo, para que queden rotos su aislamiento y su soledad, y, sobre todo, para que puedan seguir esperando con sus optimismo de siempre”. Un amor permanente por la radio para que “todos los ciegos que puedan tengan un aparato y los que no, un sitio a donde ir a escucharla”.
Al principio y al final de la publicación hay unos cien anuncios de época, con tamaños de todo tipo, verdaderos reclamos de entonces, y, entre medias, se distribuyen los diferentes artículos, textos, poesías, opiniones de expertos, como el trabajo del doctor Corcóstegui Moliner sobre “la higiene ocular del individuo enfermo”.
También se puede conocer un minueto del compositor ciego Joaquín Rodrigo; unas reflexiones sobre la “ceguera voluntaria” de una enfermera “en un hospital de ciegos”; la experiencia de un ciego que ejerce la profesión de relojero; un concurso sobre un “film sobre ciegos”; o la Convención de la Asociación Americana de Trabajadores Ciegos en Los Ángeles de Estados Unidos.
Por último, en la revista se puede leer un extenso servicio comercial para que los ciegos suscriptores de la revista puedan adquirir “los útiles adaptados” que necesitan para su “desenvolvimiento”, como un bastón blanco, guíamanos, lápiz tinta, silabario móvil, regleta de bolsillo, punzón, mapa de España, naipes, dominó, damas, ajedrez, lotería, cinta métrica, maquinilla de afeitar, reloj de bolsillo o de pulsera. Todo tipo de utensilios y juegos para su vida diaria.
Historias de la vida cotidiana tan actuales como si se publicaran hoy en un medio como cermi.es. Tan reales como la soledad y la relación de los ciegos con la radio.